Lorea Navarro
Mi camino Tantrico es el resultado de una búsqueda que comenzó a edades muy tempranas.
Mi vida comenzó como la de la mayoría de las personas nacidas en occidente. Durante mis primeros años de vida y hasta la edad adulta, traté de encajar en aquellos patrones establecidos como correctos en nuestra cultura.
A la edad de los 25 años entré en una crisis existencial que me llevó a querer profundizar más en el conocimiento espiritual humano. Pasé por innumerables corrientes alternativas en esta búsqueda, pero nada me satisfacía plenamente. Desde lo más profundo de mi sentir anhelaba conocer las respuestas esenciales del ser humano y relacionarme con el mundo desde una presencia más pura. El anhelo por conocer las respuestas al ser humano fue también la razón por la que me gradué en antropología.
A la edad de los 36 años y tras la muerte de mi madre, entré en una segunda crisis más profunda. Ni las terapias convencionales ni las terapias alternativas fueron de mucha ayuda. Fue entonces cuando conocí los trabajos chamánicos a través de un hombre medicina del amazonia colombiana con plantas sagradas. Esta experiencia cambió radicalmente mi sentir. Por primera vez en mi vida me sentí la presencia de mi propio ser interior conectado al universo, una experiencia que me llenó de gozo y gratitud por la vida. Experimenté una conciencia nunca antes conocida. Había encontrado la pieza que siempre faltaba en mi vida.
Comencé entonces un camino para lograr esto por mí misma, conectar con la esencia de la vida y reconocer todos los aspectos de mi ser como sagrados, buscar la forma de seguir adentrándome en este nuevo paradigma de la vida desde mi cotidianidad.
Después de profundizar en varias terapias encontré el Tantra como mi camino. Tantra es un estado de consciencia que te une con el Todo, un camino que conecta con tu parte más hermosa del ser y con la belleza del mundo.
Actualmente soy facilitadora de círculos de mujeres y sexualidad sagrada en retiros de Tantra junto con mi compañero Eduardo Arat .